Joaquín, un enfermero de 35 años, quiere disfrutar del mejor momento del día: “La hora del lunch”, pero su trabajo demandante en el hospital le impide disfrutar del rico sándwich que lleva. Después de convivir con pacientes de todo tipo, desde gruñones, platicadores y hasta una niña callada y amable, Joaquín decidirá qué quizá el mejor momento del día se puede compartir con personas que lo necesitan más.