Shirley tiene una hija de doce años, fruto de su relación con Jimmy, un delincuente que desapareció sin dejar rastro. Dek, un hombre decente pero con poco carácter, ama tanto a Shirley que llega a proponerle matrimonio a través de un concurso televisivo. Jimmy, que ha visto el programa, convencido de que Dek es un perdedor, regresa a su pueblo para recuperar el amor de Shirley.