El último descendiente del Conde Drácula no puede resistir el furor testicular que le causa Surka, hija del guardabosques, que se la pega con otro de la Corte, según las adiestradas lenguas de las rameras que tratan de saciarle de placeres y de sangre, aunque la chica dice que se meterá en un convento porque el conde-padre no quiere que se case con ella.