Alejo tiene 36 años, es arquitecto y padece un particular trastorno del sueño que le posibilita soñar de manera continua. En compañía de Ana, su pareja , emprenden un viaje al corazón de la montaña, para encontrar una parcela de pinos que le obsequió su padre el día de su cumpleaños. Los limites entre sueño y realidad se vuelven difusos y lo mas importante de su vida, su mujer, su pequeña hija Helena y el proyecto de una casa capaz de producir eco parecen desvanecerse.