Jaime Puertas nos entrega un retrato cercano y universal de la comunidad rural gitana de la Puebla de don Fadrique, Granada. El eje es Aurora, una mujer que pasa sus días trabajando en el bosque e inmersa en sus tareas cotidianas. La aparición de una dimensión primitiva, la anunciación del oráculo, las luces de un bar musical, los animales muertos, un incendio y un nuevo guarda forestal harán que Aurora despierte de su letargo invernal.